Por: Daniela Aguayo Manríquez Jefa de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial Universidad Viña del Mar (UVM)
Como jefa de carrera de Pedagogía en Educación Diferencial, de la Universidad de Viña del Mar, observo con entusiasmo cómo la inteligencia artificial (IA) está transformando radicalmente el panorama educativo, incluyendo el ámbito de la educación especial. Esta tecnología, que hasta hace poco parecía reservada a la ciencia ficción, se ha convertido en una poderosa herramienta que puede mejorar significativamente la calidad de vida, las oportunidades y experiencias de aprendizaje de nuestros estudiantes.
Uno de los beneficios más destacados de la IA es su capacidad para personalizar la educación. Al analizar grandes cantidades de datos, los algoritmos pueden identificar las fortalezas y debilidades de cada estudiante, adaptando los contenidos y las actividades a sus características. Esto es especialmente relevante para los estudiantes con necesidades educativas especiales, quienes requieren de un enfoque altamente personalizado para alcanzar su máximo potencial.
Un ejemplo que evidencia el aporte de la IA en el ámbito educativo fue la experiencia de práctica de algunas de nuestras alumnas en una escuela de Viña del Mar, ocasión en que gracias a esta nueva tecnología los y las estudiantes con parálisis cerebral pudieron crear textos narrativos. Esto una muestra clara de cómo la Inteligencia Artificial puede empoderar a los estudiantes y abrir nuevas puertas a la creatividad, al permitir que estos jóvenes expresen sus ideas y emociones, además de promover su desarrollo integral y su inclusión en la sociedad.
Sin embargo, es fundamental abordar la ética en el uso de la IA en el ámbito de la educación. Debemos garantizar que esta tecnología se utilice de manera responsable y respetuosa con los derechos de los y las estudiantes. Es importante establecer protocolos claros que protejan la privacidad de los datos y evitar la creación de sesgos algorítmicos que puedan perpetuar desigualdades.
Para aprovechar al máximo el potencial de la IA en la educación especial, es necesario que los docentes estén capacitados para utilizar estas herramientas de manera efectiva. Incorporar asignaturas sobre inteligencia artificial en los programas de formación inicial y continua de los profesores de educación diferencial es un paso fundamental para lograr este objetivo.
Al formar a los docentes en el uso de la IA, estaremos no solo mejorando sus competencias profesionales, sino también empoderándolos para liderar el cambio en sus propias aulas.
La inteligencia artificial representa una oportunidad sin precedentes para transformar la educación especial. Al personalizar el aprendizaje, fomentar la inclusión y promover la creatividad, la IA está contribuyendo a crear un futuro más justo y equitativo para todos los estudiantes. Sin embargo, es fundamental abordar los desafíos éticos y garantizar que esta tecnología se utilice de manera responsable y respetuosa.
Como educadores, tenemos la responsabilidad de aprovechar al máximo el potencial de la IA para mejorar la vida de nuestros estudiantes y construir un futuro más inclusivo y accesible para todos.