por Francisca Marín, Periodismo UAI.
Tanto el aumento de precios como el incendio de Viña del Mar han dificultado la vuelta a clases para los porteños. Diversos apoderados y docentes de entidades educacionales expresaron su opinión en el programa TwitterCafé de Radio Valparaíso, sobre las dificultades en la compra de útiles escolares y las medidas implementadas para el año escolar. Entre ellas, se están desarrollando protocolos para ayudar a los niños afectados por el incendio. Luego de que el reciente siniestro dejara a más de 40 mil afectados, varios colegios comenzaron a realizar protocolos de contingencia, tal como lo expuso el director de la Escuela Nº 3 Alemania de Valparaíso, Gustavo Andrade. “Tenemos dos estudiantes afectados por los incendios. Esperamos ofrecer una bonita acogida, seguir trabajando por cuidar el clima de convivencia y promover el bienestar socioemocional a nivel general de la comunidad escolar. Se realizó el contacto con las familias. Pudimos acercarnos con una ayuda solidaria y también, en el caso de uno de los estudiantes que estaba más afectados, fue visitado por su profesor jefe y por la psicóloga de convivencia escolar y se hizo una primera contención.”
Nuevos modelos educativos
El director Andrade también hizo énfasis en los cambios que se esperan realizar durante el periodo escolar. “Nosotros estamos implementando dos grandes cambios, uno a nivel pedagógico, que es empezar a trabajar con rutas de aprendizaje basadas en un ciclo de aprendizaje experiencial, eso es algo que partió de forma piloto el segundo semestre del año anterior. Este año nuestra meta es poder consolidar ese lineamiento pedagógico y, en segundo lugar, tenemos una innovación para el colegio, que es la implementación de un taller de educación socioemocional. Entonces creemos que, de esa manera podremos no solamente mejorar el clima de convivencia, sino también entregar herramientas emocionales a los estudiantes para la vida”.
Retorno a clases en febrero
El docente del colegio Profesor Huguet de Viña del Mar, Patricio Leal, expuso sobre la organización realizada antes del inicio habitual a clases. Ellos partieron el pasado 21 de febrero con el año académico. “Generalmente el colegio realiza una planificación anual que comienza en febrero, eso significan ciertos riesgos, porque en esta etapa final del verano puede que, en algunos casos eso involucre impedir o adelantar las vacaciones familiares. Aquí lo que importa es asumir los desafíos que significa tener una planificación anual y que, obviamente eso va en beneficio de los alumnos que van a tener, en una estructura trimestral de vacaciones una vez terminados los periodos”.
Compra de útiles escolares
Por otro lado, apoderados expresaron observar un alza de precios en los materiales, entre ellos destacando la dificultad en encontrar uniformes que cumplan con los requisitos escolares, tal como lo destacó Carolina Pizarro. “Tengo gastos de más de 200 mil pesos, sin los cuadernos y sin los libros, puro uniforme. Las personas que van a colegios, digamos clásicos, exigen un uniforme, un modelo, un tipo de marca, de zapatos, de zapatillas y eso yo creo que no podría ser, porque los niños tienen zapatillas para salir, pero ellos exigen blancas y de una marca. La gente espera la quincena para comprar, implementar a fin de mes y después comprar con la quinceañera el uniforme, pero ellos entran a principios de marzo”. Frente a lo anterior, Paula expresó que “Yo estoy sola con mi hijo, como les pasa a muchas mamás, asi que yo me programo bastante con él, con la compra de sus útiles escolares. En diciembre compré los libros, en enero los uniformes de colegio y deportes, parte de los útiles escolares y en febrero terminé de comprar lo que me faltaba. Compro en una distribuidora en Arlegui, porque me sale más barato. Voy buscando opciones, ofertas, porque hay que hacer que las lucas alcancen para todos. Yo compré los útiles escolares mucho antes, porque intento conseguirlos casi al precio del año pasado, sino están entre un 30% y 40% más caro”.
Falta de transporte
Finalmente, Alejandra González expuso los problemas cotidianos de locomoción, los cuales afectan los estudios de su hijo. “Yo vivo en Cerro Cordillera, solamente dos micros nos sirven y esas dos micros pasan cada dos horas, para dar un ejemplo y si pasan lo hacen terriblemente llenas. La problemática empezó después de la pandemia. Tenemos claro que miles de choferes emigraron o eligieron pegas nuevas, entonces hay un déficit de choferes, de micros, falta más locomoción. En la mañana es un caos y de ahí es que tengo problemas con el colegio, porque no me es posible llegar temprano, estoy hasta media hora, tres cuartos de hora parada en la mañana con mi hijo, muriéndonos de frio mientras pasa algo que nos pueda llevar y así somos muchos”.