La pandemia ha llevado a muchas mujeres a descuidar sus chequeos anuales, lo cual llevó a Clínica IRAM a lanzar una disruptiva campaña para que este día no pase desapercibido.
En la actualidad, lo mejor que podemos hacer para prevenir un mal pronóstico de cáncer de mama es la detección temprana del tumor, debido a que pesquisar a tiempo aumenta las posibilidades de éxito del tratamiento. Para concientizar a la población, la Clínica IRAM -especializada en oncología- lanzó la campaña #QueVuelvaElToque, que está llamando la atención en las calles y también en las redes sociales con su peculiar llamado.
Durante la pandemia muchas mujeres no se han realizado el examen preventivo, lo cual disminuye las probabilidades de curación. Por eso, el equipo detrás de uno de los centros especializados más importantes del país decidió llamar la atención con un mensaje potente que, en un principio podía generar incomodidad, molestia, para luego develar el trasfondo de su campaña de prevención orientada a incentivar la detección precoz del cáncer.
“Es importante generar conciencia de esta enfermedad, ya que si la detectamos en etapas tempranas es curable. El examen de mama permite que uno conozca su cuerpo y ante cualquier mínimo cambio pueda consultar de manera precoz. Notar algún bulto, nódulo, retracción de la piel, asimetría entre las mamas al hacerse el autoexamen es motivo de consulta; y, por supuesto, nunca descuidar la mamografía anual a partir de los 40 años”, explica la médico radióloga de Clínica IRAM, Lorena Vargas.
Según la especialista del centro oncológico, la mamografía es una exploración que utiliza rayos X de baja potencia para localizar zonas anormales en la mama. Esta técnica consiste en colocar la mama entre dos placas y presionarla durante unos segundos mientras se realizan las radiografías. “Es una de las mejores técnicas para detectar el cáncer de mama en sus primeras fases”, señala la doctora.
Además, la médico radióloga de Clínica IRAM, Lorena Vargas, destaca los avances científicos y tecnológicos que hoy permiten dar tratamientos centrados en el paciente, acompañados de equipos multidisciplinarios en los que participan cirujano oncólogo, radioterapeuta y oncólogo médico, entre otros especialistas. En este contexto, es enfática: la enfermedad es frecuente, pero podemos detectarla a tiempo: “un diagnóstico precoz puede salvar vidas”, recalca. Por eso, toda mujer debe hacerse el autoexamen a partir de los 20 años y la mamografía a contar de los 40 años ¡Sin excusas!