La pandemia ha mostrado la necesidad de reformar con urgencia nuestras normas jurídicas, con el fin de adecuarlas a estos tiempos de crisis, riesgos, dificultades e incertidumbres que actualmente estamos viviendo. Y las leyes laborales no son la excepción. Es por este motivo que existe la necesidad ineludible de adaptarse a las nuevas dinámicas provocadas por la propagación del coronavirus, y es por ello por lo que se han presentado diferentes iniciativas parlamentarias y gubernamentales tendientes a dar respuestas rápidas y precisas a los problemas que diariamente nos plantean los empleadores y los trabajadores.
Una de esas propuestas de los congresistas es la que presentó el diputado (RN) Gonzalo Fuenzalida, que busca promover la modernidad laboral al permitir la contratación por hora. En palabras simples el empleador y el trabajador, de mutuo acuerdo, podrán acordar una jornada de trabajo por hora, de forma discontinua y con un máximo de tres bloques diarios, sin que la jornada pueda exceder las diez horas diarias. En este caso, la hora de trabajo deberá pagarse con un recargo porcentual.
Esta modificación que propone el legislador al Código del Trabajo permitirá que los trabajadores puedan acordar con sus jefes o empleadores jornadas de trabajo que les sean más convenientes para compatibilizar con el cuidado de su familia, con sus estudios, o incluso con un segundo trabajo en otra empresa. Ambas partes tendrán mayor libertad para tomar acuerdos en esta materia, beneficiándose mutuamente.
“Este proyecto busca que en nuestro país exista la figura de la contratación a las personas para jornadas laborales por hora para promover el empleo y la actividad económica en Chile. Además, incluye otros beneficios como la polifuncionalidad o multifuncionalidad laboral para que las personas puedan realizar varias funciones, de diversa naturaleza, y contribuir enormemente con sus conocimientos, habilidades y experiencia en el desarrollo de la empresa. La actual limitación jurídica restringe el potencial que podrían desplegar estos trabajadores, quienes cuentan con las capacidades y competencias necesarias para realizar varias tareas de diversa naturaleza”, explicó el parlamentario.
La propuesta legislativa aborda un tema muy relevante como es la capacitación, entregando más herramientas para promover la formación y perfeccionamiento de los trabajadores dentro de sus compañías u organizaciones. “La idea es que el empleador y el colaborador podrán acordar, de mutuo acuerdo, exceder la duración de la jornada ordinaria de cuarenta y cinco horas semanales, sólo para efectos de realizar actividades de capacitación. De esta manera, existirá mayor flexibilidad laboral para que acuerden, por ejemplo, que la persona asista a una capacitación en un momento que excede de la jornada ordinaria de trabajo”, enfatizó Fuenzalida.
Según el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), durante 2020 se capacitaron un total de 730 mil trabajadores. La modalidad vía e-learning creció un 235% respecto al 2019, mientras que la opción a distancia se incrementó un 87,3%.