El pasado 14 de febrero fue para millones de personas el “Día del Amor”. Pero para las cerca de 350 familias porteñas que lo perdieron todo en el mega-incendio que, en esa misma fecha del año 2013, causó devastación en los Cerros San Roque, Los Placeres, Rodelillo y La Planchada, no hay nada que celebrar. La tristeza y el trauma de lo vivido se repite en sus malos recuerdos de la tragedia, en la que Carlos Rivas, obrero de la Inmobiliaria RVC, siguiendo órdenes de sus jefes, ese día de 30 grados de temperatura, con viento de 30 nudos y 30% de humedad, cortó fierros con un esmeril, en tanto que las chispas de esa faena volaron a 15 metros de distancia, alcanzando pastizales y generando llamas que fueron imparables. El obrero Rivas primero dijo que estaba solo pintando. Por remordimiento, al día siguiente reconoció ante la prensa que su jefe lo obligó a mentir, y reconoció también que cortó fierros por órdenes de su superior.
Dos juicios penales terminaron con el obrero condenado a penas de cárcel (con beneficio en libertad) y de multa por el incendio. Un juicio tramitado en el 4º Juzgado Civil del puerto, provocó que el mismo obrero fuera condenado a pagar cerca de 1.000 (mil) millones de pesos a los damnificados, en tanto que la Inmobiliaria y ESVAL fueron eximidos de responsabilidad, a pesar que el fuego partió producto de trabajos del obrero en terrenos de la inmobiliaria, y que testigos declararon que los grifos simplemente estaban secos, no tenían agua para abastecer a bomberos, y que, por ello, Carabineros tuvo que apoyar con sus carros lanza-agua la labor de contención del incendio.
El Abogado demandante Rodolfo Precht Mendoza, quien representa a 200 familias de afectados, no se conformó y apeló del fallo. Gracias a ello, la Corte de Apelaciones de Valparaíso revocó la sentencia del Juzgado Civil en varios acápites, y condenó adicionalmente a la Inmobiliaria RVC a indemnizar. De paso, el obrero Rivas Quiroz confesó judicialmente que el Abogado que lo representó ante el Juzgado Civil, fue contratado y pagado por RVC, y denunció que ese jurista estaba más preocupado de salvar a RVC que de defenderlo a él.
Pero la batalla judicial continúa. Tanto RVC como los demandantes recurrieron a la Corte Suprema. La inmobiliaria pide que quede sin efecto su condena a indemnizar, y el Abogado de los damnificados quiere que la indemnización aumente y que ESVAL sea condenada también a compensar a los damnificados. “Confiamos en la Justicia –señala el Abogado Precht-. Consideramos que este caso de gran connotación social, es una oportunidad para que la Corte Suprema siente Jurisprudencia, en una materia tan sensible como esta, incluso en lo que respecta a la necesidad de condenar a ESVAL por no mantener sus grifos con agua. Cada cierto tiempo, Valparaíso pierde viviendas y construcciones históricas siniestradas totalmente, por culpa de la falta de agua en los grifos, y eso ha traído desgracia y mucho dolor a los porteños”.
“SE VULNERÓ LA CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE DERECHOS DE LOS NIÑOS. LOS MÁS DE 100 NIÑOS DAMNIFICADOS DEBEN SER INDEMNIZADOS”.
Un punto sensible que el Abogado Precht pretende sea corregido, es el rechazo del Juzgado Civil a indemnizar a los más de 100 niños damnificados. “Esa negativa vulnera no sólo leyes vigentes, sino también la Convención Internacional sobre Derechos de los Niños -afirma el profesional-, y por eso hemos solicitado a la Defensoría de la Niñez que se haga parte de nuestro Recurso, en apoyo de los derechos de los niños a ser compensados por la traumática vivencia que sufrieron: Un incendio en que perdieron sus hogares, sus infantiles pertenencias, sus juguetes, sus mascotas”.
La causa se encuentra próxima a que el máximo tribunal fije fecha de alegatos.
En adjuntos, cuñas de audio con declaraciones de dirigentes vecinales de los damnificados y del Abogado demandante Rodolfo Precht Mendoza, además de videos con tales declaraciones de los dirigentes.