Dentro de las medidas que espera lograr en caso de ser reelecto, se encuentra el incremento en las horas de atención en salud mental en todos los CESFAM de Valparaíso.
Con una pandemia que parece no dar tregua y que nos mantiene en alerta desde hace un año, la salud mental de los chilenos se ha visto directamente afectada. Según la encuesta de Trabajando, desde hace años que Chile atraviesa una crisis en este ámbito y en 2019 un 82% de los chilenos presentó un cuadro de estrés, situación que se acrecentó en 2020 debido a la crisis mundial y las medidas restrictivas de movilidad.
Al respecto, el ex alcalde porteño y candidato a la reelección, Jorge Sharp, dijo estar preocupado por la salud mental de la población, principalmente por las consecuencias que la crisis sanitaria puede provocar en los distintos grupos y considera que no ha existido una verdadera preocupación por parte del Gobierno y no se han invertido más recursos en este tipo de atención, “lo que, sumado a lo incoherente de las medidas sanitarias que, muchas veces, parecen más medidas restrictivas de control social, no ayudan para nada a la salud mental de la población», señaló.
Como principales medidas, Sharp buscará que Valparaíso tenga más horas de atención de profesionales de la salud mental como psicólogos, psiquiatras y trabajadores sociales en todos los CESFAM; asimismo, están trabajando un programa para niños y niñas consistente en recuperación de plazas con juegos inclusivos, actividades de recreación y deportivas como son paseos y escuelas de fútbol y básquetbol para cuando existan las condiciones sanitarias. “Las niñas y niños están pasando un momento difícil no solo por el encierro, sino porque, de un momento a otro, la vida que llevaban cambió y eso como ciudad y país debemos procesarlo», indicó el candidato a la reelección.
Un estudio de la Universidad de Chile realizado en octubre del año pasado en tres comunas de la Región Metropolitana concluyó, tras analizar las respuestas de los apoderados de casi 5 mil estudiantes de prekínder hasta cuarto básico, que hasta octubre del año pasado evolucionaron de no presentar ningún síntoma referido a su salud mental antes de la pandemia a tener al menos uno durante la cuarentena. Dentro de esto, los que presentaron un aumento más significativo fueron “estar triste”, en un 24,6%; “falta de ganas, incluso para hacer actividades que le gustan”, en un 29,5 por ciento; “cambios en el apetito, ya sea comiendo más o menos que antes”, en un 26,4 por ciento, y “problemas para dormir” –ya sea que no quiere acostarse, le cuesta conciliar el sueño, despierta en la noche o tiene mucho sueño durante el día-, en un 26,4 por ciento.
Previo a la pandemia, la salud mental ya era un tema pendiente a nivel país. Según la Encuesta Nacional de Salud de 2017, más de 220 mil personas mayores de 18 años planificaron su suicidio y más de 100 mil intentaron quitarse la vida. Por otra parte, un 20,3% de quienes se suicidaron tenían entre 20 y 29 años y, sumado a esto, donde más creció la tasa de suicidio fue en los mayores de 80 años con un incremento de 133%, seguido por personas de entre 60 y 69 años con un aumento de 76%. Frente a estas alarmantes cifras, Jorge Sharp cree que “si no actuamos, ésta será la próxima pandemia».