A raíz de que los adultos mayores están retomando los controles médicos, se ha podido establecer que hay un aumento significativo de las afecciones mentales y cardiovasculares en este segmento de la población, producto del prolongado confinamiento derivado de la pandemia del coronavirus.
Lo señaló el presidente de la Comisión de Salud del Consejo Regional, CORE, Roberto Burgos a la luz de los registros que se observan en los centros de salud hasta donde están llegando los adultos mayores para ponerse al día en los controles de rutina, toma de exámenes y atenciones periódicas, las que no se realizaban porque estaban en sus hogares acogiendo el llamado de la autoridad sanitaria para no contagiarse.
Respecto de las enfermedades mentales, se ha podido establecer un incremento de los cuadros de ansiedad y de depresión con riesgo de suicidio y a la vez una agudización o deterioro neurológico que les impide normalizar sus actividades sociales y personales que tenían antes de la pandemia.
El mismo fenómeno se ha producido respecto de las enfermedades cardiovasculares donde se ha evidenciado un aumento de las descompensaciones, que afectan el normal funcionamiento del corazón.