Las estadísticas del INE entregadas hace unos días, arrojaron cifras de desempleo que bajaron aún más los ánimos del sector productivo de la Región de Coquimbo. Es que el 16,1% de desocupación laboral, durante el último trimestre móvil, mayo – julio 2020, ubicó a esta zona con la mayor cantidad de personas sin trabajo en todo el país.
Por esta razón, en distintos puntos de La Serena, Coquimbo y La Higuera, grupos de vecinos decidieron manifestar su preocupación y descontento a través de cacerolazos.
Oscar Trigo, presidente de la agrupación No + Desempleo, comentó que la pandemia dejó en evidencia la carencia de trabajo que se viene arrastrando en la región, desde antes de la crisis social de octubre de 2019.
“Nos hemos juntado con mucha pena debido a la poca recepción que hemos tenido con el tema del desempleo. Los vecinos nos están acompañando para hacer voz de los que no son escuchados, los desempleados. Ya no sabemos qué hacer”, explicó.
“Vamos a hacer estos cacerolazos todos los viernes a las 21:00 horas y estamos participando personas de todos lados, San Juan, Las Compañías, La Antena, Las Compañías, La Higuera, entre otros. Estamos aburridos de esperar tanto”, sostuvo Trigo.
“Hay muy poco trabajo con la crisis social y con esta lamentable pandemia mundial. Hay muchos despedidos que han sido desvinculados de las empresas, éstas se han acogido a beneficios y dejan a la gente sin empleo, sin seguridad para ellos, es todo muy incierto qué va a pasar con nosotros, con la juventud”, reflexionó Teresa Álvarez, vecina de San Juan.
MUJERES SIN EMPLEO
Para Elba Muñoz, Presidenta de la Agrupación Pro Adelanto de la Villa El Parque de Las Compañías, la situación de las mujeres de ese sector es bastante preocupante. “Casi la mayoría están sin trabajo, tienen hijos, y la ayuda del gobierno es muy poca, he visto casos dramáticos, muchas son madres jóvenes. Lo único que necesitamos son mayores oportunidades”, sostuvo.
“Hay mucha gente joven que está sin empleo y sin oportunidades, los jóvenes no tienen donde trabajar. La gente necesita fuentes de trabajo”, aseguró Elizabeth Maurel.
“No se puede mantener una casa si el esposo fue finiquitado y la mujer está sin trabajo. Estamos encerrados en nuestras casas, sin poder salir a trabajar y sin tener solvencia económica”, lamentó Alexandra Mesías.