Con ocasión de la pandemia producida por el virus Covid-19 la autoridad sanitaria ha establecido una serie de medidas preventivas para evitar el aumento de los contagios en la población, y en este marco el pasado miércoles 22 de julio el Sindicato de Trabajadores de la tienda Ripley de Quilpué denunció ante el Seremi de Salud que la empresa no ha cumplido las resoluciones dictadas por la autoridad sanitaria referidas a las medidas de aislamiento y cuarentenas que deben realizar las personas que se encuentren en contacto estrecho con casos de Covid-19 positivo.
Tal es el caso de un supervisor de la tienda que se realizó el examen PCR debido a que su pareja tenía síntomas de Covid-19, no fue enviado a cuarentena preventiva al momento de haberse realizado el examen por parte de la empresa tal como dispone la autoridad sanitaria, sino que debió seguir trabajando durante una semana más entrando en contacto estrecho con otros trabajadores de la tienda. Y solo una vez que su pareja dio positivo a Covid-19, el 4 de julio, se determinó que el supervisor entrara en cuarentena preventiva, junto con otros supervisores y gerentes que se habían mantenido en contacto estrecho con él, medida que sin embargo no fue aplicada respecto de al menos otros cuatro trabajadores de la tienda que estuvieron en contacto estrecho con el supervisor por dos horas en una bodega sin el adecuado distanciamiento social y que han debido seguir trabajando:
En este sentido el presidente del Sindicato, Luis Aguirre ha señalado que “además de los trabajadores que se encontraban prestando servicios en la tienda y que se vieron afectados por la situación que denunciamos se agrega el regreso de más de 50 de nuestros socios de la suspensión de sus contratos de trabajo, por lo que ante la comprensible preocupación generada por un posible foco de contagio, le solicitamos a la empresa acciones preventivas concretas como el envío a cuarentena de todos los trabajadores que estuvieron en contacto estrecho con el supervisor así como la realización de exámenes PCR para descartar la posibilidad de un contagio en la tienda, sin embargo luego del rechazo de la empresa a nuestra solicitud, los trabajadores ejercieron el derecho reconocido por el artículo 184 bis del Código del Trabajo, esto es, a ausentarse de su trabajo por existir un riesgo grave e inminente para su salud y vida.
Lamentablemente la gerencia de la tienda consideró que la aplicación del artículo 184 bis fue improcedente por lo que ante la ausencia injustificada al trabajo aplicarían todas las acciones que la ley les permite, dejando a nuestros socios entre la espada y pared, con la enorme presión de poner en riesgo su salud con tal de no perder su fuente de trabajo.”