Por: Sandra Vesga
Académica de la carrera de Pedagogía en Educación Física
Escuela de Educación
Universidad Viña del Mar
Un momento que quedará grabado en la memoria de todos los chilenos, Francisca Crovetto ha logrado una hazaña histórica al ganar la primera medalla de oro para Chile en los Juegos Olímpicos de París 2024. Este logro no solo rompe una larga sequía de medallas de oro para el país, sino que también destaca por ser alcanzado por una mujer, subrayando el impacto y la relevancia del deporte femenino en nuestro país.
Desde el inicio de su carrera, Crovetto ha sido sinónimo de dedicación, disciplina y resiliencia. Su camino hacia el oro no ha sido fácil, enfrentando múltiples desafíos y obstáculos que, en lugar de desanimarla, la han fortalecido y motivado a superarse día a día.
La trayectoria de Francisca Crovetto es un ejemplo claro de lo que se puede lograr con esfuerzo y perseverancia. Desde sus primeros años en el deporte, ha demostrado una inquebrantable determinación para alcanzar sus metas. “Mi sueño es ser medallista olímpica, siempre lo he dicho. Quiero seguir yendo a Juegos Olímpicos, París van a ser mis cuartos”, expresó con convicción.
La resiliencia de Francisca Crovetto es inspiradora. Ha enfrentado lesiones, derrotas y momentos de duda, pero en cada uno de estos desafíos ha encontrado la fuerza para levantarse y seguir adelante. Su capacidad para sobreponerse a la adversidad y su firme creencia en sus habilidades son cualidades que la han llevado a conquistar el podio más alto en los Juegos Olímpicos.
El triunfo de Francisca Crovetto es un hito significativo para Chile, marcando la primera medalla de oro olímpica para el país en dos décadas. Este logro también destaca la creciente importancia y el reconocimiento del deporte femenino en Chile. Crovetto ha demostrado que, con pasión, esfuerzo y resiliencia, no hay meta inalcanzable.
Su historia es una fuente de inspiración para las futuras generaciones de atletas chilenos y puede tomarse como ejemplo desde nuestras clases de educación física ya que desde allí se pueden sentar las bases para que los jóvenes sueñen en grande y alcancen sus metas.
Desde la educación física se puede enseñar a los estudiantes a enfrentar y superar desafíos, tal como lo hizo Crovetto. Fomentar la resiliencia desde la escuela prepara a los jóvenes para afrontar y superar los obstáculos que encuentren en su camino. Además generar un espacio inclusivo donde todos los estudiantes, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades de desarrollar su potencial deportivo.
El triunfo de Francisca Crovetto no es solo una victoria personal, sino un logro monumental para Chile. Su dedicación, disciplina y resiliencia han hecho posible este histórico momento, y su legado perdurará, inspirando a innumerables atletas, así como a niños y niñas a perseguir sus propios sueños olímpicos. Desde la educación física, podemos seguir su ejemplo y fomentar un ambiente donde los sueños se construyan y se hagan realidad. ¡Gracias, Francisca, por hacer historia y por llevar el nombre de Chile a lo más alto del deporte mundial!