por Francisca Marín, Periodismo UAI.
Ante el término de la edición 2024, la versión 63 del Festival de la Canción de Viña del Mar, diversos espectadores dieron sus opiniones en el programa TwitterCafé de Radio Valparaíso, sobre las características destacables del evento y sus carencias. Ante ello, el cambio generacional ha ocasionado que algunos expresaran ya no sentir conexión con el espectáculo.
En cuanto a la participación de nuevos artistas en el evento, Jonathan Carvajal expuso que “hubo bandas destacadas como los Bunkers y Maná, que estuvieron muy bien. Pero ahora ha cambiado mucho el Festival hacia el populismo, a lo barato y vulgar. Para mí no es la categoría que tenía antes, antes siempre venían artistas de nivel, entre ellos Simply Red, Tom Jones. Tantos artistas que pudieran venir al festival a aportar música de calidad, cultura de calidad para la juventud y para los niños, porque esto es algo abierto y lo ve todo el mundo. No es algo como el Lollapalooza que algunas personas van porque quieren ver esos artistas”.
Tendencias actuales
El cambio generacional también ha provocado que diversos espectadores antiguos, hoy en día no se identifiquen con los artistas populares. Sin embargo, Víctor Hugo mencionó que es fundamental adaptarse a las tendencias, en conjunto con apoyar, en base a la opinión pública, al perfeccionamiento del evento. “Creo que antes se hacían cosas que no deberían haberse perdido y eso ha hecho que baje un poco el nivel en general. Yo habría traído artistas como Dua Lipa, que sé que son caros, pero también cuando se trajo a The Police en el año 1982 también era caro, pero se invertía. Además, habría colocado, en el caso de los animadores a alguien que tuviera un poco más de experiencia con el manejo de público y el manejo de situaciones complicadas, como la que tuvo la comediante Javiera Contador. Yo creo que la producción tiene que evaluarse, pero que esa evaluación sea constante y que sirva para el próximo año”.
Con respecto a la audiencia actual de los espectáculos tradicionales, María expresó que “por ejemplo el asunto de la competencia del folklore, yo encuentro que si le dan otro enfoque podría ser más interesante, porque la gente va a ver solo a los artistas y el folklore pasa sin pena ni gloria. La gente se enfoca más en los artistas internacionales, entonces gastan su plata para ir a verlos y obviamente por el «combo» ven lo demás. Pero, así por ir a ver la competencia internacional y folklórica no, que es lo que se supone era el principio del Festival e invitaban a uno que otro artista internacional para darle auge”.
Horarios establecidos
Para diversas personas la programación resultó complicada de ver, puesto que, según Ingrid “empieza muy tarde y termina muy tarde. Es difícil verlo hasta las tres de la mañana. cuando está el último artista, si este no es el preferido del público las plateas quedan casi vacías. Se queda la gente que quiere escuchar a ese artista nomas, entonces también eso se ve feo en la televisión, que esté casi vacío el Festival cuando sale el último artista. Entonces pienso que deberían cambiar el horario, empezar a las ocho y terminar a la una, máximo de la noche, cosa que estuviera el Festival lleno toda la noche”.
Espacio de cooperación e inclusión
Este año, la organización del festival de Viña del Mar decidió cancelar la tradicional gala a favor de ayudar a los damnificados por el incendio, el cual dejó a más de 40 mil afectados en la región. Este acto generó buen impacto en la población, puesto que, según Rosmaylin Bastardo, permite ayudar de forma eficaz a las personas.
“Me parece bien que se estuviera tomando en cuenta a las personas afectadas por el incendio de Viña del Mar, porque igual es de gran ayuda que ellos entendieran la situación y que ayudaran a esas personas. Veo que varios artistas están colaborando con eso, están yendo a los lugares donde sucedió el incendio y para mí eso es un gran aporte porque hace falta visibilizar a esas personas que la están pasando mal. Yo soy venezolana y desde que estuve en mi país veo el Festival de Viña y lo sigo desde allá”.
Por último, con respecto al trato inclusivo hacia los artistas, Owen mencionó que significa un cambio positivo en la organización del Festival. “ha funcionado de lo más bien hasta el momento, ha sido inclusivo en lo que han sido las gaviotas. El hecho de que, a una persona, como lo ha sido Andrea Bocelli se le haya entregado una gaviota en braille y una forma para que también Lucho Miranda pudiera tener las dos gaviotas, creo que es una forma de incluir a otros tipos de artistas y que ellos también se sientan parte del Festival”.