Por: Dr. (c) Rodrigo Silva-Haun. Académico investigador.
Carrera de Ingeniería en Medio Ambiente y Recursos Naturales
Escuela de Ciencias Agrícolas y Veterinarias
Universidad Viña del Mar.
En estos últimos días hemos visto a través de los medios de comunicación y las redes sociales cómo los incendios forestales vuelven a ser un tema de preocupación para todas las personas. Son cientos las hectáreas que se han quemado, numerosas casas y, lamentablemente, varias vidas humanas perdidas. El estado a través de CONAF, municipalidades y las Fuerzas Armadas hacen un importante esfuerzo en la prevención y combate de los incendios. Algo no menor realizan también los privados con la construcción y mantención de cortafuegos, así como la implementación de brigadas y aviones/helicópteros. Es así como desde la academia contribuimos con la prevención, realizando- por ejemplo- cortafuegos en las inmediaciones de nuestra casa de estudios, ubicada en Rodelillo, lugar de alto riesgo de verse afectada por los incendios. A pesar de todas las medidas que el Estado y los privados puedan tomar para la prevención de los incendios, la existencia de la actual sequía en la zona central (que se arrastra por 15 años), configura un escenario peligroso de ocurrencia de estos eventos. El eslabón final para cortar la cadena los incendios, es la ciudadanía, la cual tiene un rol fundamental tanto en el cuidado de su actuar diario, como en el aviso oportuno ante el inicio del fuego. Se requiere de una fuerte campaña comunicacional y de educación para que la población sepa cómo actuar ante estas situaciones, y también reconozca los riesgos que implican este tipo de sucesos. Esperemos que la actual “temporada de incendios” no sea tan severa y que todos los esfuerzos que se están realizando, redunde en un baja las hectáreas quemadas, las que no son sólo metros cuadros siniestrados, sino que son partes de un ecosistema que presta valiosos servicios ambientales a nuestra sociedad. Servicios (oxigeno, nutrientes, retención de carbono, control de la temperatura y ciclo hídrico) que no siempre somos capases de ver y valorar.