El Senador Francisco Chahuán y el Diputado Tomás Lagomarsino, ambos presidentes de las entidades, buscan transformar en Ley la iniciativa que se encuentra en segundo trámite, para que la comida pueda ser entregada a quienes lo necesiten en lugar de ser botada a la basura cuando se encuentra cerca de su fecha de vencimiento, haciendo frente a la crisis alimentaria y el hambre que ha aumentado producto de la pandemia.
Se trata de un proyecto de Ley que modifica el Código Sanitario en materia de disposición de alimentos para evitar su desperdicio, más conocido como Cero Desechos. La iniciativa ya fue aprobada por el Senado y se encuentra en la cámara de diputados para su segundo trámite constitucional.
El texto indica que se busca terminar con la destrucción de alimentos y por el contrario, persigue que aquellos productos que no pueden ser comercializados pero sí son aptos para el consumo humano, sean entregados a aquellos que lo necesitan, disminuyendo de esta forma la pérdida de alimentos aptos para el consumo humano. Dentro de los productos que pudieran quedar afectos se encuentran aquellos con cambio de apariencia del etiquetado, abolladuras del envase o su pronta fecha de vencimiento.
El proyecto no avanza desde agosto del 2020, por lo que los presidentes de las comisiones de Salud del Senado, Francisco Chahuán y de la Cámara de Diputados, Tomás Lagomarsino establecieron un compromiso de trabajo para darle prioridad y transformarlo en Ley de la República en el menor plazo posible, sobre todo considerando el escenario económico y social que se viven en el país.
«Que las cadenas de supermercados, todos los locales comerciales que expendan o distribuyan alimentos, antes de su fecha de vencimiento, puedan disponer de esos alimentos para que alguna organización no gubernamental pueda hacer uso de esos alimentos. Es un desafío planetario, hoy tenemos 820 millones de personas en el mundo que tienen hambre, por eso es tan importante dar esta señal», explicó el Senador Chahuán.
Actualmente, la legislación permite que los alimentos no vencidos o próximos a su vencimiento sean desechados, pese a que perfectamente pueden ser consumidos por las personas que más lo necesitan.
«Es una iniciativa extraordinaria, sobre todo en el momento crítico que tenemos en el país, con una inflación tremenda, que azota fuerte a la familias y sus presupuestos, por el contexto de una crisis alimentaria mundial debido a la Pandemia y el conflicto Rusia – Ucrania, con efectos en la falta de trigo. Esperamos dar una señal potente que los productos alimentarios que todavía no han vencido, estén a disposición y no sean enviados al tacho de la basura, porque eso es un crimen», argumentó el diputado Lagomarsino.
Los alimentos podrían ser entregados a ONG, organizaciones comunitarias, juntas de vecinos, iglesias, etc. También el proyecto indica que se prohíbe la destrucción de alimentos y se obliga a los recintos donde se expendan alimentos preparados como salones de té, fuentes de soda, restaurantes, hoteles, etc. a entregar aquello no consumido.