Según estudios, cada vez más la población de mayor edad opta por emprender de manera independiente. Eduardo Olmedo Prado, emprendedor chileno de 60 años, cree que no hay una edad determinada para hacer negocios, solo hace falta conocer las herramientas para hacerlo de la mejor forma.
Los efectos de la pandemia a nivel de empleo siguen sintiéndose en Chile. A pesar de que el desempleo ha bajado, la tasa de ocupación informal ha aumentado 3,6 puntos porcentuales, llegando a un 26% según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
De ese grupo, un gran número de personas corresponden a ciudadanos de 65 años y más que han decidido salir adelante creando emprendimientos. Pero, ¿es posible emprender a una edad avanzada?
“Soy de la creencia de que cualquier persona con ganas, perseverancia y capacidad creativa puede emprender. No importa la edad ni el género, solo hace falta eso y estar al tanto de las últimas herramientas para crear negocios”, comenta Eduardo Olmedo Prado, emprendedor de 60 años y líder de dos empresas chilenas.
Hay que superar las limitaciones tecnológicas
El principal elemento que diferencia a emprendedores jóvenes y maduros es el nivel de manejo con las nuevas tecnologías. Mientras las personas de menor edad tienen una afinidad con los aparatos más modernos y sus aplicaciones, los de mayor edad suelen tener más problemas para relacionarse con el ecosistema digital.
Sin embargo, según afirma Olmedo Prado, esta diferencia es fácil de eliminar si los adultos mayores se lo proponen: “Muchas veces la gente mayor se autoimpone una barrera que no les permite modernizarse. Para emprender es necesario ir en contra de esta limitante, ya que muchas de las tecnologías que se manejan hoy en día son muy importantes a la hora de hacer negocios”.
Dentro de las herramientas más útiles para emprender se encuentran computadores y teléfonos móviles, lugares desde donde se puede administrar un negocio fácilmente gracias a la gran cantidad de programas que existen para hacerlo.
Por otro lado, las redes sociales se han erguido como una gran plataforma para impulsar el emprendimiento, razón por la cual los emprendedores maduros deben aprender a cómo utilizarlas.
Nunca es tarde para aprender nuevos conocimientos
Pero dominar el aspecto tecnológico no es la única tarea que los mayores deben realizar a la hora de emprender, agrega el experto. También, es necesario que se pongan al día con las últimas tendencias en cuanto a venta y marketing se trata.
Hay que recordar que las formas de llegar a nuevos clientes y de promocionar productos o servicios ha cambiado mucho en los últimos 20 años. Por ejemplo, a pesar de que sigue aportando la publicidad tradicional, actualmente es mucho más eficiente implementar anuncios por internet de forma inteligente, los cuales llegarán directamente al público objetivo.
Otro ejemplo es el relacionado con las formas de vender. En este sentido, un emprendedor dedicado al rubro culinario podrá aumentar sus ventas si además de vender en un local físico logra asociarse con una de las aplicaciones de delivery más usadas.
Aprovechar las ventajas de ser mayor
No obstante, al momento de emprender siendo mayor no todo se relaciona con aprender nuevas cosas. También, hay que tener en cuenta que la experiencia será un factor muy importante.
“La principal ventaja de los adultos mayores que deciden emprender es precisamente su edad. Ellos han vivido un millar de experiencias que los han hecho crecer en varios aspectos de la vida y que pueden ser perfectamente aplicadas a los negocios. Para alcanzar el éxito, lo importante es siempre tomar decisiones de forma responsable y no actuar precipitadamente”, manifiesta Eduardo Olmedo.
Un ejemplo de éxito: La japonesa de 81 años que lanzó una aplicación móvil
¿Qué emprendedores han triunfado después de los 65? Lo cierto es que han existido varios durante nuestra historia, pero en los últimos años llamó la atención el caso de una japonesa que desarrolló y lanzó una aplicación para iPhone a los 81 años.
La Sorprendente historia de Masako Wakamiya partió cuando decidió estudiar programación justo después de jubilarse. A pesar de que trabajó casi toda su vida como empleada en un banco, esto no la frenó para intentar aprender algo totalmente desconocido para ella.
Tras años de esfuerzo, finalmente en 2017 lanzó un juego para móviles llamado Hinadan, basado en el popular Festival de las Muñecas o Hinamatsuri, celebrado anualmente en Japón a principios de marzo. Posteriormente, pudo estrenar otro juego al que denominó Nanakusa.
Así como el caso de Wakamiya existen muchos otros en el mundo, pero menos conocidos: “La lección que nos deja esta historia es que cualquiera que tenga iniciativa puede lograr lo que se propone. Si la meta es emprender, habrá que poner todos los esfuerzos para lograrlo. Mi mayor consejo es no intentar hacerse rico con ello, sino que sentirse lleno haciendo lo que más le gusta a uno”, concluye Olmedo Prado.