Esta semana se dio un histórico paso a nivel legislativo en nuestro país, debido a que el Senado aprobara por 37 votos a favor, ninguno en contra y cero abstenciones, el informe evacuado por la comisión mixta sobre el proyecto de Reforma Constitucional que modifica el artículo 19, número 1°, de la Carta Fundamental para “proteger la integridad y la indemnidad mental de los avances y capacidades desarrolladas por la neurotecnologías”.
Una vez que pase por la Cámara de Diputados y el Tribunal Constitucional, Chile se convertirá en el primer país en el mundo en contar con una normativa que legisla sobre los neuroderechos.
El objetivo de esta legislación es proteger la privacidad mental, la intimidad y el derecho a la identidad individual de hombres y mujeres ante el avance de la Inteligencia Artificial (IA). Esto ocurre en el contexto de que actualmente surgen dudas y preocupaciones acerca de los llamados “neurodatos” que influyen en nuestras decisiones personales y que son motivo de alerta en toda la comunidad científica del planeta. Por ejemplo, existen programas que son capaces de leer nuestras mentes, nuestros gustos, emociones, memorias y estados de ánimo, lo que realmente es peligroso y parece el argumento de una película de ciencia ficción.
El senador independiente (pro RN) Kenneth Pugh comentó que “nuestro país nuevamente es pionero, como lo ha sido muchas veces, proponiendo al mundo una reforma constitucional y un proyecto de ley, pero necesitamos generar conocimiento (…) damos cuenta de algo que es absolutamente trascendente la importancia que tiene legislar, de manera anticipada, por hechos que estamos viendo, qué son un fenómeno que podemos definir como la convergencia digital. Chile será el primero en el mundo en tener una ley de neuroderechos”.
El congresista ha sido uno de los que más ha promovido este tema en la Cámara Alta y en diferentes instancias como seminarios y eventos como el Congreso del Futuro.
«En el contexto actual en que vamos a escribir una nueva carta magna es el momento más adecuado para tratar este tipo de temas que son tan importante para las personas. La idea es que nadie sin el consentimiento de la persona pueda conseguir estos neurodatos o hacer mal uso de esta neuro información. No obstante, si alguien necesita por asuntos de salud que se investigue en su cerebro para encontrar una cura para alguna enfermedad en temas neurológicos por ejemplo, se puede dar la autorización en ese caso”, afirmó el representante de la Región de Valparaíso.
En relación a lo anterior, un ejemplo, es lo que ocurre con una persona que está en silla de ruedas y a través de la ciencia y avances tecnológicos es posible mover las piernas de este individuo y ayudarlo a que vuelva a caminar. Esto es muy positivo, pero si se hace un mal uso podría ser un delito, comentó el parlamentario.