Aprovechando que la seguridad se ha visto debilitada por la implementación del trabajo remoto, la actividad de los ciberdelincuentes ha repuntado a niveles nunca vistos, donde los ciberataques son parte de la otra pandemia, esa que de forma silenciosa ha sido capaz de vulnerar todo tipo de empresas e informaciones confidenciales, dejando una gran cantidad de repercusiones económicas y tiempo.
Es por esto, que producto de la continuidad de las cuarentenas, hay que prepararse para un posible incidente de ciberseguridad, que implica algo más que reaccionar o simplemente neutralizar un ataque. Debemos preocuparnos de la capacidad de responder de manera eficaz y eficiente, planificar de forma pro activa, defender sistemas y activos críticos, adelantar las amenazas y tener un plan de recuperación adecuado.
Debemos también tener presente que hoy todos podemos ser víctimas de un ciberataque pese a las precauciones tecnológicas disponibles. Desde esta advertencia, debemos diseñar e implementar programas de ciberseguridad seguros, vigilantes y resilientes, en línea con la astucia de los intrusos digitales.
«Sabemos que la seguridad es uno de los factores más relevante para las empresas y al que hay que ponerle más atención. En este aspecto, nuestros servicios, las plataformas y productos, son creados, mantenidos y actualizados, siempre bajo la normativa ISO17799, cuyas principales ventajas están en el aumento de la seguridad efectiva de los sistemas de información. Como también, la acertada planificación y gestión de la seguridad” asegura Matias Corrales, CEO de Kolossus Chile.
Además agrega que “es clave garantizar la continuidad del negocio y perfeccionamiento continuo mediante la auditoría interna. Toda nuestra tecnología está construida con un Modelo Vista Controlador, que nos permite tener una seguridad mucho más robusta que otras soluciones.”
Un ámbito importante de la ciberseguridad, es la cultura interna digital de la empresa, que se refiere a las conductas seguras o poco seguras en las formas que el empleado aborda el uso de la tecnología existente con más o menos riesgo. De hecho, las empresas están también reforzando a través del capital humano el buen uso de las herramientas y en forma segura.
Corrales comenta que “yo por ejemplo, puedo recibir un correo de mi jefe que haya sido suplantado fuera de nuestros sistema y llegó a mi correo, el empleado debe saber si que la instrucción que recibe implica un impacto económico para la empresa, él debe ratificar la instrucción por otro canal, como conducta digital responsable, ya que fue instruido en una cultura segura»
Las vulnerabilidades, los malwares, e incluso los atacantes, permanecen en los sistemas de las organizaciones, leyendo y robando datos en forma constante y silenciosamente. Como dato, una empresa se puede dar cuenta entre seis meses a un año, que ha sido víctima de ciberataques por parte de algún tipo de intruso virtual, lo cual afectará la operación dañando todos los procesos.
«En temas de ciberseguridad hay muchos actores en el mercado, pero el secreto debe ser mantenerse actualizado, contar con buenas políticas con las mejores prácticas de la industria disponibles y opciones de mitigación en cada una de las normativas vigentes. Sin mencionar que a la hora de realizar un desarrollo, los modelos de seguridad ya estén incorporados desde un principio» finaliza Corrales.