Investigadora Elizabeth Zenteno asegura que en 2019 se contabilizaban 181 campamentos en la zona, mientras que este año la cifra subió a 225, lo cual significa un aumento del 24,3%.
Un llamado al Ministerio de Vivienda y Urbanismo a actualizar el Catastro Nacional de Campamentos realizó la socióloga de la Universidad de Playa Ancha (UPLA), doctora Elizabeth Zenteno Torres, quien aseguró que esta información resulta clave para que las familias puedan postular a una vivienda.
Este requerimiento cobra más fuerza tras conocerse el estudio de Techo Chile, que señala que en la Región de Valparaíso hay 225 campamentos, de los cuales el 96% se encuentra sin acceso formal a agua potable. De acuerdo a este estudio, en 2019 había 181 asentamientos, los cuales experimentaron un aumento del 24,3 por ciento en dos años.
La académica, quien además es coordinadora del Observatorio de Participación Social y Territorio de la Facultad de Ciencias Sociales de la UPLA, asegura que en la Región de Valparaíso, desde el 2019 a la fecha, han aumentado en un 112,4% las familias que viven en campamentos. Es decir, de 11 mil 228 el año 2019 a pasaron a ser 23 mil 843 este 2021, de las cuales 14.473 son niñas, niños y adolescentes menores de 14 años.
“El emplazamiento de nuevos campamentos (o el crecimiento de los ya existentes) pone en tensión, en primer lugar, a la política de vivienda y a los engorrosos requerimientos que se establecen en ella. Es evidente que la pandemia requiere de respuestas del Estado a través de políticas sociales en distintos niveles. En este sentido, la política de vivienda debe ser flexible y capaz de adaptarse a la contingencia”, dijo la doctora Zenteno.
AUMENTO EN EL INTERIOR
Aseguró que en las últimas décadas, los campamentos se habían situado en la conurbación Viña del Mar–Valparaíso. Sin embargo, estos últimos dos años el crecimiento se produjo en las otras comunas del Gran Valparaíso. Destaca el caso de Quilpué, que tiene un 267% de aumento de campamentos, cuyo número de familias pasó de 185 en 2019 a 2 mil 335 familias en los 11 campamentos que actualmente se encuentran en la comuna. Villa Alemana tiene una situación similar, puesto que experimentó un aumento de 133% con 468 nuevas familias que llegaron a vivir en los 14 campamentos que registra esa comuna.
Sin embargo, la investigadora también expresó su preocupación por la situación de las comunas del litoral central, como San Antonio, Cartagena, El Quisco y El Tabo, las cuales han experimentado un aumento considerable de campamentos.
La investigadora sostiene que este incremento acelerado de las tomas de terreno ocurrió silenciosamente y afectó a personas que han vivido la precariedad de una sociedad que los trata como prescindibles. Muchos de ellos perdieron el trabajo durante la pandemia. Son comunidades interétnicas, donde conviven chilenas y chilenos junto a familias provenientes de Haití, Colombia, Venezuela o Perú. Frente a esta situación, la investigadora instó a las autoridades, puntualmente al Ministerio de Vivienda y Urbanismo, a actualizar los campamentos.
“Estamos hablando de población con una alta vulnerabilidad social, cuya reducción de ingresos impactó fuertemente en su calidad de vida. Ante esta situación, se debe actualizar con urgencia el Catastro Nacional de Campamentos, lo cual permitiría planificar soluciones de regularización. En el intertanto, se deben hacer esfuerzos por visibilizar y atender esta realidad, a través de la provisión de servicios básicos, recolección de basura, limpieza de quebradas para prevenir incendios y preparación de las viviendas para las lluvias de invierno, antes de que esta situación se convierta en la crónica de una tragedia anunciada”, concluyó.