La iniciativa, explica el arquitecto y postulante a la reelección, considera tres etapas principales, es de aprobación simple, ejecutable a mediano plazo y responde a las urgencias del terminal y de la ciudad.
Una completa propuesta de mejoramiento portuario para Valparaíso, que considera un trabajo a mediano plazo con obras factibles de realizar en las aguas abrigadas y que permitirían un adecuado reordenamiento de actividades, aportó el concejal Daniel Morales al proceso de diálogo iniciado por la Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV).
En el marco de una jornada de diálogo de la firma en la que participaron entre otros el destacado pintor Gonzalo Ilabaca, Morales indicó que su iniciativa, que desarrolla y afina desde hace años, busca facilitar la ejecución de obras, entendiendo que de otro modo y bajo las actuales circunstancias, considerando los procedimientos legales que deben sortear, el borde costero de Valparaíso podría no ver una expansión portuaria en los próximos 10 años.
Por ello, la propuesta del edil y arquitecto considera en un primer punto separar la carga que se moviliza en contenedores (Terminal 1) del movimiento de pasajeros de cruceros (nuevo Terminal 2), ya que ambos usos son incompatibles en un mismo frente de atraque lineal.
“A qué me refiero, principalmente, a poder dividir lo que es la transferencia de carga, de contenedores y otras actividades que son exclusivamente portuarias de las que son de cruceros y, por lo tanto, el terminal 1 se expande dentro de sus propias aguas abrigadas, al máximo de su potencial, mientras que el espigón se reformula, se modifica un poco y generamos ahí el terminal de cruceros. Es decir, un terminal exclusivo para cargas, con su propio acceso, con la posibilidad de ocupar el sector de San Mateo que son rellenos desplazando la playa un poco más hacia el poniente y, por otro lado, al otro lado del Muelle Prat, donde está el espigón, dejar los cruceros, como muelles exclusivo para varios cruceros”, explicó Daniel Morales.
La propuesta plantea extender el frente de atraque del Terminal 1 hasta llegar a un largo de 930 metros aumentando en 3 hectáreas su área de respaldo. De ese modo, quedaría un terminal optimizado, con acceso propio y cuya actividad no cruzaría el muelle Prat, pasando a ser éste absolutamente peatonal y existiendo la posibilidad inmediata de aumento de zonas de respaldo en los rellenos de San Mateo. En tanto, la playa se podría mantener, mejorar o desplazar.
Como tercer punto, propone que el terminal de cruceros se ubique en un espigón modificado, al costado del muelle Prat, de modo que la poza de abrigo se proyecte hacia el nororiente potenciando todo tipo de actividades marítimas, náuticas-deportivas y turísticas navales.
Incluso, acotó el edil que preside la Comisión de Patrimonio y Turismo del municipio porteño, con este nuevo reordenamiento sería posible realizar navegaciones dentro de Chile, teniendo como base el puerto de Valparaíso.
“Y eso, en el contexto del cabotaje de pasajeros, que nos permitiría incluso poder hacer recorridos en el propio país, no solamente viajes internacionales, yo podría tomar un crucero acá e ir a Iquique o ir a Punta Arenas, sería de absoluto beneficio para el rubro turístico, para el rubro patrimonial, para activar las actividades gastronómicas, para activar sus actividades culturales, en fin”.