El 1 de enero de 2020, en la Plaza de la Resistencia, Matías Orellana fue impactado por una bomba lacrimógena, produciendo una fractura craneal y la pérdida del globo ocular derecho.
Un año se cumple tras el trauma ocular sufrido por el profesor de educación física Matías Orellana a causa de una bomba lacrimógena. Sus familiares y amistades desarrollaron un acto político-cultural en la Plaza Aníbal Pinto el 31 de diciembre, para denunciar la lentitud en la investigación por homicidio frustrado presentada el 10 de enero del 2020, la cual no ha mostrado avances, a pesar que la fiscalía posee la lista con los nombres de los carabineros que esa noche de año nuevo ejecutaron los disparos.
Hasta el momento los funcionarios de carabineros identificados como los únicos cinco altos mandos que utilizaron la escopeta Stooper no han prestado declaraciones, a pesar de contar con los medios tecnológicos para hacerlo vía remota. Esta lentitud en la investigación ya había sido denunciada por el abogado Gianni Fenelli, representante de Matías Orellana, quien el 16 de octubre de 2020 presentó una querella por obstrucción a la investigación, la cual tampoco ha tenido avances, de hecho la fiscal Paola Rojas ha solicitado el sobreseimiento de la causa, invocando el artículo 250 del Código Procesal Penal, argumentando que no presenta los requisitos para que se configure el delito de obstrucción a la investigación.
El abogado Gianni Fenelli no comparte esta calificación jurídica y manifestó que “creemos que existen más que elementos suficientes para que se haya configurado ese delito”. Según su relato hay evidencias claras que demuestran la obstrucción a la investigación, entre las que se cuenta el bloqueo de la frecuencia del centro de comunicaciones de carabineros entre las 3:57 y las 4:04 de la mañana, lo que no permitió entregar la información respecto a las municiones; tampoco entregaron el contenido fílmico de las cinco cámaras que fueron ocupadas por los funcionarios policiales; y hubo falseamiento y adulteración de documentos claves.
“Pedimos que prontamente se cite a declarar y que declaren estos altos funcionarios y que se puedan formalizar. Estamos en una investigación desformalizada, por lo cual pedimos que sea formalizada prontamente, para que cuanto antes podamos saber quiénes son los responsables y de alguna manera acallar el dolor de Matías Orellana”, concluyó el abogado Gianni Fenelli.
El inicio del acto de denuncia estuvo marcado por el ritmo de la batucada Kellún, del sector de Miraflores, para luego dar pie a las palabras de amistades y la actualización judicial. Una vez entregados los discursos de apoyo se procedió a caminar hasta el lugar donde Matías Orellana fue impactado por la bomba lacrimógena, a un costado del Bar Cinzano, donde se dieron mensajes de apoyo, concluyendo con los tambores de la batucada Kellún.
Uno de los organizadores de la actividad y amigo cercano de Matías Orellana, Dariel Jara, manifestó que esperan seguir denunciando este caso e hizo un llamado a enfrentar con unidad el terrorismo de estado. “Hago un llamado a todas esas personas que de una u otra manera se sienten afectadas por la violencia estatal, por el terrorismo de estado, por la violencia policial a que podamos seguir avanzando en conjunto, compartir estrategias y sobre todo cuidarnos y acompañarnos. Son más de 6 personas las que aquí le quitaron su ojo en la región, hay algunos y algunas que recién ahora están recibiendo las primeras ayudas después de casi un año, entonces es fundamental que estemos unidos y unidas porque es desde la fuerza colectiva y la organización popular que vamos a poder lograr cosas”, sostuvo el amigo de Matías Orellana.
Para visibilizar este caso familiares y amistades de Matías Orellana han generado una campaña virtual para denunciar la situación. La invitación es subir a las redes sociales fotos y videos de solidaridad con esta causa, utilizando el hashtag #QuienDisparoAMatias.
Para Dariel Jara esta campaña constituye “un acto de memoria pero también como un acto de resistencia, para que nunca más vuelva a ocurrir, no solo a Matías, sino que son más de 465 casos, y cualquier persona puede y pudo ser una víctima de terrorismo de estado”, concluyó.
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