Producto del calentamiento global se han vivido numerosos cambios bruscos de temperatura, fluctuaciones intensas y otras variaciones en el clima que se perciben diariamente. En este sentido, las “olas de calor” no son un fenómeno aislado, sino constante y que continuará repitiéndose.
Gustavo Fernández, Coordinador Académico TNS en Enfermería del CFT PUCV nos entrega una serie de recomendaciones para sobrellevar de mejor forma las altas temperaturas que se registran en estos días.
El calor puede causar síntomas severos, como el denominado golpe de calor, causado por la incapacidad del cuerpo para regular la temperatura, en el que la persona presenta piel seca, roja y caliente, pulso rápido y fuerte, náuseas, calambres y pérdida del conocimiento, que puede llevar al coma y la muerte. La mayoría de los fallecimientos por olas de calor se deben al agravamiento de enfermedades infecciosas o crónicas (cardiopulmonares, renales, endocrinas y psiquiátricas).
Las personas que tienen mayor riesgo de complicaciones y muerte durante una ola de calor son los niños, los adultos mayores, y aquellas que tienen enfermedades crónicas y requieren medicación diaria.
La respuesta al calor depende de la capacidad de adaptación de cada persona y los efectos graves pueden aparecer repentinamente, por lo cual es muy importante estar atentos a las alertas y recomendaciones de las autoridades locales.
Recomendaciones para la ola de calor:
Mantenerse hidratado a lo largo del día, bebiendo líquidos, especialmente agua, también puede complementar con comidas ligeras (ensaladas, verduras, frutas o jugos) que ayuden a reponer el líquido y las sales perdidas por el exceso de sudoración.
Evitar el exceso de alcohol, las bebidas con mucha cafeína y las comidas abundantes y calientes ya que deshidratan.
Evitar hacer ejercicio o actividades extenuantes en las horas centrales del día (12.00 – 17.00 horas).
Controlar la exposición directa a los rayos solares, especialmente entre 11.00 am y 16.00 pm. No olvidar aplicar crema con factor solar las veces que sea necesario.
Almacene sus medicamentos a la sombra y en un lugar fresco (bajo 25°C) o según las instrucciones de almacenamiento en el embalaje.