Dmitry Bestuzhev, director del Equipo Global de Investigación y Análisis, Kaspersky América Latina:
Sodinokibi, también conocido como Revil o Sodin, es un tipo de ransomware exclusivo para entidades comerciales, financieras o gubernamentales. La diferencia con otros ransomware es que las víctimas no son usuarios finales elegidos al azar, sino que compañías escogidas minuciosamente, y requiere de un largo trabajo por parte de ciberdelincuentes especializados, que puede tomar semanas o meses.
Este es uno de los grupos más temibles, porque ha tenido mucho éxito a nivel mundial y los rescates que se solicitan son de millones de dólares. Los delincuentes piden primero una suma por no divulgar la información conseguida y si la víctima no accede, esa suma va aumentando. Es un chantaje que puede terminar por decapitar a la víctima desde el punto de vista informático. Al final si es que la víctima resiste, su información se subasta para el mejor postor y si no, termina expuesta en el Internet.
No es primera vez que Chile es atacado ni está en la mira de los cibercriminales. Esto viene ocurriendo desde hace un tiempo porque el país tiene una estabilidad económica que atrae a los delincuentes. Por ello, no hay razón para pensar que esto se detendrá. Por el contrario, irá aumentando, y si las instituciones continúan con las mismas técnicas de defensa utilizadas hasta ahora, las cosas no van a mejorar. Sin embargo, hay pocas razones para rendirse, ya que la protección contra el ransomware es posible mediante medidas de seguridad factibles. Es necesario desplegar nuevas estrategias de ciberseguridad para prevenir futuros ataques de este tipo.
Para ayudar a las empresas a mantenerse protegidas contra el ransomware, Kaspersky recomienda que las organizaciones tomen las siguientes medidas: