Desde la Comisión de Salud del Senado, son varias las gestiones que ya se han realizado para que Chile se transforme en pieza clave en el hallazgo de una vacuna contra el Coronavirus.
En Estados Unidos la empresa Novavax, la misma donde Bill Gates ha invertido casi 388 millones de dólares, trabaja a toda marcha en la fabricación de un antídoto experimental y un componente chileno podría ser vital.
Se trata de las moléculas soponinas extraídas del árbol nativo Quillay, el cual se encuentra en gran parte de la zona central. Actualmente la firma Desert King, aliada de Novavax, se encuentra en plena producción en terrenos ubicados en Casablanca y Quilpué, Región de Valparaíso, extrayendo el adyuvante que permite un mejor funcionamiento de la vacuna al interior del organismo.
“El aporte de la compañía para la vacuna consiste en la formulación del adyuvante, que es el complemento de la vacuna. Lo hacemos a partir de las saponinas del Quillay, lo cual potencia y acelera la respuesta inmune del organismo. Este adyuvante es de origen natural y reemplaza al hidróxido de aluminio que se ocupaba en las vacunas antiguas”, expresó Andrés González, gerente de Desert King.
El vital elemento es procesado y enviado a los científicos que fabrican la vacuna en Estados Unidos. Por eso es tan relevante, asegurar su cadena de producción y en la Comisión de Salud del Senado están pensando en un plan de contingencia, tras escuchar a los representantes de la empresa en una reunión telemática.
“Lo más importante es que si se adoptan medidas sanitarias o cuarentenas totales, la línea de producción siga funcionando. Además, poner a disposición este tema de la comunidad científica chilena y por supuesto, que el Gobierno pueda colaborar para que Chile sea un aporte significativo en la búsqueda de la vacuna contra el Covid-19”, argumentó el senador Francisco Chahuán quien gestionó la exposición ante la comisión.
El parlamentario además coordinó una cita con el Ministro Ciencia y Tecnología, Andrés Couve, donde también se analizó los avances de la vacuna que ya superó la segunda fase de testeos en humanos. No se descarta que en Chile también se puedan llevar a cabo pruebas clínicas.
“Chile ya tiene una muy buena trayectoria en efectuar pruebas de vacunas en el pasado y la comunidad científica nacional tiene mucha experiencia. Esto sumado al sistema de testeos, que nos pone a la vanguardia en sudamérica, son tres ventajas comparativas de nuestro país para ser buen candidato a tener este tipo de ensayos clínicos acá”, manifestó el Ministro en la reunión.
Un tema que ya fue propuesto por el senador Francisco Chahuán al propio Presidente Sebastián Piñera, tras lo cual se acordó crear un comité especial dentro del Ministerio de Ciencias para trabajar en este objetivo.