Tras el estudio publicado por la Universidad de Chile en que se establece que la composición de los balines disparados por Carabineros no eran de goma como se suponía sino que solo un 20% corresponde a ese material y lo demás otras sustancias, entre ellos, plomo, el Dr. Leonel Rojo, académico de la Universidad de Santiago, aseguró que los proyectiles pueden provocar una serie de complejidades si no se retiran a tiempo de los cuerpos en que se encuentran atascados.
El general director de Carabineros, Mario Rozas, descartó que los proyectiles usados por Fuerzas Especiales contengan plomo, desmintiendo el estudio de la U. de Chile.
Sin embargo, para el Dr. Rojo: “a una corta distancia, el balín puede ser letal. Por ejemplo, a 3, 4, 5 o 10 metros, si es disparado en la cabeza”, sostuvo.
En base a las conclusiones del estudio de la Universidad de Chile, el especialista en toxicología señala que la consistencia del plomo es muy densa y peligrosa desde el punto de vista químico, por lo que aseguró que “Si queda incrustado ahí y no se retira, puede provocar intoxicación, dolores articulares, problemas del apetito, dolores abdominales o de la cabeza o presión alta por intoxicación por plomo”.
Por lo tanto, el especialista llamó a que la institución policial deje de utilizar esta munición y prohibir su uso, ya que la posibilidad de dirigir el objetivo de estos es mínima: los proyectiles de la escopeta, al momento que se dispara, se dispersa en muchos ángulos, señaló.
“Si el balín no se retira por completo, pueden quedar fragmentos del balín y si esos fragmentos tienen plomo, pueden llegar a la sangre y causar problemas principalmente de debilidad, anemia o dolor, dependiendo de la concentración que alcance”, enfatizó.