El Gobierno de Chile decidió restarse de la cumbre del Pacto Mundial para la Migración impulsado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el que ha estado siendo respaldado estos días por más de 180 países en Marrakech, Marruecos.
Los países occidentales que decidieron no firmar el pacto, además de Chile, son Estados Unidos, Austria, Hungría, Polonia, Estonia, Bulgaria, República Checa, Israel, Australia y República Dominicana.
Al respecto, el presidente Sebastián Piñera defendió su decisión señalando que la política de migración de su gobierno apunta al orden y la seguridad, lo que también significa cerrar las puertas del país en caso de ser necesario.
Según se indica en el documento, el Pacto Mundial presenta un marco de cooperación no vinculante jurídicamente – es decir, no obliga a los países que lo firman – , y su propósito es “fomentar la cooperación internacional sobre la migración entre todas las instancias pertinentes”, reconociendo a su vez que “ningún Estado puede abordar la migración en solitario, y respetar la soberanía de los Estados y sus obligaciones en virtud del derecho internacional”
Para el mandatario este Pacto incentiva la migración irregular.
El pacto para una migración segura tiene 23 objetivos, entre ellos:
-Proporcionar información exacta y oportuna en todas las etapas de la migración.
-Velar por que todos los migrantes tengan pruebas de su identidad jurídica y documentación adecuada.
-Aumentar la disponibilidad y flexibilidad de las vías de migración regular.
-Facilitar la contratación equitativa y ética y salvaguardar las condiciones que garantizan el trabajo decente.
-Abordar y reducir las vulnerabilidades en la migración.