Con 144 votos a favor la Cámara de Diputados aprobó y despachó la ley que modifica el Código Penal con el objeto de perfeccionar el marco legal contra el cohecho y el soborno. Con lo anterior quedó en condiciones de pasar al Ejecutivo para su promulgación como Ley de la República.
Principalmente esta iniciativa cambia estos hechos de delitos a crímenes, lo que conlleva penas más duras, como cárcel efectiva, y la eliminación de las penas remitidas y salidas alternativas.
El ministro de Justicia, Hernán Larrín, con respecto a la iniciativa, explicó que “cualquier autoridad que cometa delitos de esta naturaleza va a partir con un piso de presidio efectivo, porque tiene sanciones como crimen”.
De igual manera, Larraín agregó que “asegura la sanción de muchas figuras penales nuevas, asegura también sanciones no sólo de privación de libertad, sino que se multas y de decomiso de las ganancias que se hubieran obtenido en forma ilícita”.
El diputado (DC), Gabriel Silber, comentó que «en el caso de las altas autoridades, elegidas por elección popular, eliminamos los pisos, partimos persiguiendo del punto de vista penal, la pena de cinco a diez años de cárcel efectiva. En el caso de fiscales, miembros del Ministerio Público, ministros de Estado, subsecretarios, las personas de confianza de estos, serán sancionados a partir de los cinco años».
Asimismo, el diputado comentó que «éste es un nuevo estatuto contra la corrupción, marca un antes y un después respecto de las penas, no sólo las de cárcel sino que también las accesorias de los estándares probatorios”.
“Antes eran 541 días de cárcel a 3 años, lo que era prácticamente inocuo. Además el esfuerzo que tenía que hacer el Ministerio Público tenía que ser mucho mayor para poder imputar, lo que generaba la idea de impunidad”, agregó el parlamentario.