El próximo sábado 11 de agosto se adelantarán en una hora los relojes en todo Chile continental e insular, exceptuando la Región de Magallanes y la Antártica Chilena, para comenzar el horario de verano.
Esta práctica, cuyo objetivo inicial es aprovechar al máximo la luz solar, se rige bajo el Decreto Supremo n°523, el cual vence este año e indica que existen dos husos horarios: de invierno y de verano.
Con el vencimiento de este dictamen se debe fijar nuevamente los horarios que se aplicarán entre 2019 y 2022.
De hecho, en mayo, la ministra de energía, Susana Jiménez, anunció que se realizarían estudios para tomar una decisión al respecto en agosto, tras el cambio de horario del sábado.
Según explicó la secretaria de Estado, en los últimos tres meses «nos abocamos a recopilar antecedentes con distintas instituciones en las áreas que pueden verse afectadas por las decisiones de cambio de horario», añadiendo que «eso nos va a permitir anunciar una determinación bien fundada que esperamos que sea la que se mantenga en los próximos años».
La resolución que será anunciada en las próximas semanas, según confirmó la ministra de energía, Susana Jiménez, se obtuvo considerando diversas variables que inciden en el cambio de hora.
En ese sentido destacó que «el ahorro energético pasó a ser un aspecto menor dentro de esta decisión, pero sí incidieron otras variables, como lo que tiene que ver con la seguridad, la asistencia escolar, la actividad productiva y también el aporte que hace la ciencia respecto de esta materia».