La bola de nieve que comenzó con las críticas opositoras a una sequía legislativa se desintegró este miércoles con el rechazo a la moción de censura presentada por Chile Vamos contra la mesa directiva de la Cámara de Diputados.
Se necesitaban 79 votos a favor, y el oficialismo contó con 67. 78 votos en contra sentenciaron el rechazo a la censura. Desde el mes de mayo, parlamentarios opositores comenzaron a utilizar el concepto “sequía legislativa” para cuestionar la falta de iniciativas despachadas durante la administración de Sebastián Piñera.
Al mes siguiente, la oposición comenzó a preparar una agenda propia, y desde la Cámara afirmaron que impulsarán una agenda legislativa desde las comisiones que presiden.
“A los que hablan de sequía legislativa yo les digo, en primer lugar: pónganse a trabajar en los muchos proyectos que ya hemos enviado”, dijo el Presidente a finales de junio.
La presidenta de la Cámara, Maya Fernández, explicó que el envío de cartas sin consulta a la sala, tema reclamado por Chile Vamos, está amparado en un artículo del reglamento que establece que una de las funciones de la mesa es defender la independencia del Congreso.
El diputado de la DC, Matías Walker, afirmó que la moción contó “con la complicidad de La Moneda” y afirmó que la medida logró “algo que nada ni nadie logró hacer que era unir a la oposición”.
Por su parte, la diputada independiente, Alejandra Sepúlveda, también apuntó a un “pauteo de La Moneda” a los parlamentarios oficialistas en torno a la medida. Puntualizó, además: “Lo peor que puede ocurrir es lo que ocurrió aquí en la sala, ver una Cámara de Diputados dividida”.
El polémico llamado generó tensión en miembros de la Cámara, en especial desde el Partido Comunista: la diputada Vallejos le pidió al mandatario “que deje de mentir”, acusando que si no fuera por las iniciativas presentadas por los parlamentarios no habrían “proyectos relevantes” en tabla.