Considerando la compleja situación que vive la región en torno al aumento de las familias que viven en campamentos, el senador Ricardo Lagos Weber compartió con vecinos en una de las sedes vecinales del campamento Felipe Camiroaga en Viña del Mar, uno de los dos asentamientos irregulares más grandes de la región y que actualmente, lo integra un total de 900 familias agrupadas en 11 comités de vivienda.
En la oportunidad, el parlamentario insistió en la necesidad de regularizar los cerca de 54 campamentos que se encuentran hoy día sin registro en la región, lo que se traduce en un problema para quienes viven en estos sectores, ya que en su condición no pueden postular a subsidios ni a ningún otro beneficio del Estado, para lo cual emplazó al Ejecutivo para crear un nuevo catastro nacional de campamentos, y cuyos datos sean actualizados cada dos años.
“Hoy día tenemos más de 38 mil familias en campamentos o asentamientos informales en Chile. Para darles cualquier tipo de solución a esas familias, deben estar catastradas, o sea, registradas e identificadas esas personas, de lo contrario tienen cero posibilidad de postular a algún beneficio, y eso no se actualiza desde el año 2011”, indicó el senador por la región de Valparaíso.
Proyecto de ley para crear un catastro bianual
En este escenario, el senador por la región de Valparaíso indicó que este miércoles, presentó un proyecto en el Senado para que el gobierno patrocine la creación de un nuevo Catastro Nacional Bianual de Campamentos en Chile, y cuya característica principal sea la actualización de sus datos cada dos años, para evitar que nuevos asentamientos como Felipe Camiroaga no cuenten con registro que les permita acceder a beneficios.
En este sentido, Lagos Weber declaró que “presenté un proyecto de ley para que sea obligatorio para el Estado hacer este catastro cada dos años. Él señaló que van a actualizar el catastro durante este año; yo espero que eso ocurra y quiero valorar esas palabras del ministro. Hoy día estamos en la Felipe Camiroaga, que es el segundo campamento más grande de la región, y ninguna de las familias que están aquí tiene alguna forma de optar a beneficio social mientras no sean catastradas”, afirmó.
En tanto, Miguel Torres, presidente del comité de vivienda Felipe Camiroaga, reconoció que “es muy importante para nosotros, como para el resto de los campamentos contar con este instrumento de medición que revele las verdaderas cifras en torno a la gente que vive en campamentos, para que se revise también las políticas habitacionales actuales y que no están dando abasto”, comentó el dirigente, agregando que “mucha gente que vive hoy en campamentos son personas que antes arrendaban, pero los arriendos están muy caros, y muchas veces, a las familias se les va cerca del 70% de sus ingresos solamente en pagar arriendo. Creo que con este catastro más el proyecto que presentó el senador para tener un registro bianual, se pueden mejorar sustantivamente las políticas habitacionales, y la vivienda social se vea como un instrumento para salir de la pobreza, no cómo ocurre en muchos gobiernos que se ve prácticamente como para salir de un cacho (sic)”, aseguró.
Finalmente, el ex presidente del Senado agregó que “El camino no es fácil, pero es uno solo; es generar más recursos para dar viviendas como corresponde, antes de que se constituyan los campamentos y dar las facilidades. Eso no solamente incluye a las familias llamadas pobres, sino también a las de clase media y emergentes que no cuentan con los recursos. Hoy, el crédito hipotecario cubre a gran parte de la clase media, pero hay un sector más nuevo de chilenos que no cuentan con recursos, y en ese caso es el Estado quien debe hacerse cargo y dar las facilidades para aquello”.