Tras una ardua semana de competencia por conquistar los votos de la prensa acreditada, la bailarina cubana Betsy Camino y el comunicador Matías Vega, ambos representantes de Canal 13, fueron coronados como los Reyes del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar 2018 por la alcaldesa Virginia Reginato.
Esta nueva modalidad del tradicional concurso que organiza el diario LaCuarta, que anteriormente sólo elegía a una soberana del certamen, serealizó en el Hotel O’Higgins, lugar donde la alcaldesa Virginia Reginato felicitó a los ganadores.
“Sin dudas este año la coronación ha sido especial, pues se trata de la primera vez que se elige a una Reina y a un Rey del Festival, lo que me parece un gran aporte a esta competencia que ya es toda una tradición.
Felicito a todos los candidatos de este año, y en especial a los nuevos Reyes del Festival de la Canción de Viña del Mar”, indicó la jefa comunal.
Los resultados de la votación, que marcó una década de triunfos ini Reina 2018 logró 90 votos, por sobre los 88 que alcanzó la representante de CHV, Lisandra Silva, mientras la ex Miss Chile, Camila Recabarren, de La Red obtuvo 83 sufragios. Mientras que Matías Vega se impuso holgadamente con 130 votos sobre sus contrincantes, entre ellos, Patricio Sotomayor (CHV) y Michel "Guagüito" Roldán (La Red).
Luego de la coronación, la alcaldesa Virginia Reginato compartió un almuerzo de camaradería junto a los nuevos soberanos; al director del diario La Cuarta, Sergio Marabolí, y a los periodistas acreditados que cubren el Festival.
En la ocasión se informó que el “piscinazo” de los Reyes de Viña 2018 se llevará a cabo el domingo 25 de febrero en el mismo Hotel O’Higgins.
NUEVA TRADICIÓN Tras más de 30 años, la organización del evento, encabezada por el diario La Cuarta, decidió modificar el carácter de esta competencia adaptándose a a los tiempos actuales.
El concurso “Reina del Festival de Viña del Mar” nació en 1982, año en que la prensa acreditada de la época coronó a la cantante italiana Rafaella Carrá. El piscinazo, en tanto, partió en 2001, cuando la cantante Natalia Oreiro decidió lanzarse con ropa a la piscina del Hotel O’Higgins tras ser elegida reina, lo que se transformó en una tradición en cada competencia organizada por el diario capitalino.