En la playa La Boca de Concón se realizó este sábado la clausura del Programa de Surf Inclusivo ENAP 2017, que permite a ocho niños, niñas y jóvenes de escasos recursos de la comuna y sus alrededores acceder a clases gratuitas de esta disciplina.
Junto con renovar su compromiso con retomar las clases en marzo por todo el año, ENAP entregó un reconocimiento a los alumnos y alumnas por su asistencia, dedicación y responsabilidad con la práctica de esta disciplina.
“Nos enorgullece el impacto positivo que ha tenido este programa en los niños, niñas y jóvenes que participan en él. En estos dos años, hemos hecho realidad el slogan de esta escuela, Surf sin límites, comprobando como llegan felices a cada clase, favoreciendo su calidad de vida, el desarrollo de su personalidad y fomentando en ellos el deseo de aprender cada día cosas nuevas. Han ido adquiriendo destrezas reconocidas incluso en competencias internacionales. Ello nos motiva a continuar adelante con esta instancia que nos permite contribuir a que nuestros becados se integren y desarrollen sus habilidades”, dijo Carolina Jara, Directora de Responsabilidad Social Estratégica de ENAP.
Agregó que “ENAP ha estado avanzando en ser una empresa país modelo, sostenible y socialmente responsable. En 2016 lanzamos nuestra Política de Diversidad e Inclusión, y nos hemos ido sumando las diferentes unidades de negocio, asumiendo de esta manera el compromiso de integrar la diversidad como un activo en la forma de hacer nuestra empresa, y a la vez generar una cultura organizacional donde el respeto por el otro constituya un valor esencial”.
Los alumnos han sido una relevación, alcanzando tal destreza en la práctica de este deporte acuático que los ha llevado a competencias nacionales e internacionales. Es el caso de Javier Scott, quien perdió la visión a los cinco años de edad y que hoy es campeón nacional de surf adaptado y logró el cuarto lugar en el campeonato internacional que se realizó en California, Estados Unidos.
“El surf me ha ayudado a superarme en varias cosas, como ser más independiente y eso es gracias a ENAP, porque este deporte y el equipamiento es caro. Siempre quise practicar surf y durante el año me esforcé harto; pensé que podría llegar a ser el número uno, porque me lo propuse”, destacó.
Por su lado, Stefany Araya, encargada de la Escuela de Surf Inclusivo, sostiene que “en los dos años y medio que llevamos con este programa, los chicos han avanzado mucho y han tenido muchos logros, tanto a nivel deportivo como en mejorar su propio nivel del surf. También han tenido otros logros como integración, superación y en su desarrollo físico. Además, gracias a la beca de ENAP han podido cumplir sus sueños. Estamos muy contentos porque lo que buscamos es que ellos estén felices”.
María Cecilia Cisternas, mamá de Javier Scott, sostuvo que a Javier “siempre le gustaron los deportes extremos y durante las clases lo vi crecer como persona. Ahora viaja solo, fue al campeonato mundial solo con su instructor. Sin el apoyo de ENAP no habría podido participar porque este es un deporte caro. ”
Esta iniciativa inició en el año 2016 y es parte del Programa de Surf gratuito que ENAP mantiene desde hace cuatro años con un promedio de 40 participantes durante todo el año y que en el verano, supera el centenar.
Un abrazo