La Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) aprobó hoy el Programa de Cumplimiento (PdC) presentado en marzo del 2017 por ENAP Refinería Aconcagua, y su última versión actualizada en diciembre de 2017, en el marco del proceso sancionatorio iniciado tras las fiscalizaciones realizadas a partir del año 2013. Durante el proceso, la empresa entregó los antecedentes requeridos en los plazos señalados por la misma autoridad, buscando responder de forma satisfactoria todos los cargos formulados.
Este Programa, presentado por ENAP Refinería Aconcagua, responde todos los aspectos observados por la SMA, comprometiendo 58 acciones e inversiones que permitirán a la empresa resolver los aspectos planteados por la autoridad ambiental. Entre las principales medidas comprometidas se encuentra la construcción de la Unidad Recuperadora de Azufre 4 (URA 4), la implementación de una solución acústica para la caldera B-240 y la mejora de recuperación de la Unidad Recuperadora de Azufre 2.
“El PdC que hemos presentado y que la autoridad ha aprobado, corresponde a una serie de proyectos e inversiones con las que nos hacemos cargo de eliminar las brechas ambientales detectadas por la Superintendencia de Medio Ambiente, mejorando los estándares de nuestra operación, en plena sintonía con las inversiones comprometidas en el Plan de Inversiones y Compromisos Ambientales ERA”, señala Patricio Farfán, gerente de ENAP Refinerías.
Cabe destacar que a la fecha, de las 58 acciones comprometidas en el Programa, 21 de ellas están ejecutadas, 12 están en proceso de implementación y 25 se desarrollarán durante la vigencia del Programa. Tal como fue establecido por la autoridad, el PdC se concretará en su totalidad en un plazo de 18 meses a partir de la aprobación del mismo.
La implementación de las medidas e inversiones comprometidas en el Programa de Cumplimiento se suman a la nutrida cartera de proyectos socio ambientales que ENAP Refinería Aconcagua está llevando a cabo, los cuales consideran para este año una inversión superior a los US$ 100 millones de dólares con el objetivo de mejorar los estándares operacionales y, consecuentemente, el desempeño ambiental de la refinería.